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IGLESIA CAPILLA
HOSPITAL DOCTOR ERNESTO TORRES GALDAMES
IQUIQUE





DOS MONUMENTOS EN UNO: LA CAPILLA Y LA GLORIETA DEL HOSPITAL DE IQUIQUE

El Decreto Supremo N° 771 del Ministerio de Educación del 18 de marzo de 1982, tuvo la particularidad de proporcionar al Hospital Dr. Ernesto Torres Galdames dos Monumentos Históricos Nacionales simultáneamente: la Capilla y la Glorieta, ambos del siglo XIX.

Por alguna razón que desconozco, la dirección y ubicación de estos dos pequeños edificios no aparece correcta en la ficha del Consejo de Monumentos Nacionales: el de la Capilla del servicio religioso del hospital no se indica, por lo que aclaro acá que está del lado de calle Thompson frente a Luis Cruz Martínez, cerca de la esquina con Héroes de la Concepción. Mientras, la elegante Glorieta de esta misma calle aparece señalada sólo "entre Tarapacá y Serrano", pero su actual y correcta posición es cerca de hacer frente con calle Serrano, casi en la esquina con Piloto Pardo.

Ambos inmuebles de pino de Oregón pero de tan distintas funciones dentro del mismo recinto de salud, están separados por cerca de 200 metros y se remontan a la época del Hospital de la Beneficencia, que fuera demolido para construir, hacia 1940, el nuevo edificio del también llamado Hospital de San Luis, en lo que por entonces era el borde de la ciudad de Iquique hacia el lado oriente.

Como se sabe, este hospital fue rebautizado en 1972 con el nombre del ilustre Dr. Ernesto Torres Galdames, siendo reemplazado entre 1992 y 1995 por el actual gran complejo, pero conservando dentro de su espacio a ambos inmuebles en su condición de Monumentos Históricos Nacionales. De esta manera, la Capilla y la Glorieta son los más antiguos vestigios que quedan del primer hospital de esta secuencia allí.

Cabe indicar que la Capilla se encuentra también junto a las antiguas dependencias de lo que fuera la maternidad y ciertas ex oficinas del hospital, según parece, pintadas incluso con el mismo color verde como se ve en las fotografías que incluyo al final de este párrafo. Ahora pertenecientes al área de pensionados, se extienden desde el costado del templo hasta el acceso mismo al hospital por el lado de calle Thompson. Es un edificio de buenas proporciones, pasillos con ventanales, un torreón central con tragaluz a cada lado y una arquitectura muy propia de los recintos hospitalarios de la primera mitad del siglo XX, aunque no forma parte de los Monumentos Nacionales establecidos en el decreto de marras de 1982, a pesar de que su valor patrimonial realmente salta a la vista.

LA CAPILLA

La Capilla del Hospital parece haber sido construida hacia la segunda mitad del siglo XIX, después de la Guerra del Pacífico, pues si bien el Hospital de la Beneficencia fue trasladado hasta la ubicación que hoy ocupa su sucesor ya durante los años de soberanía chilena en Iquique, esta estructura del templito es desarmable al igual que la Glorieta, siendo un hecho que alguna vez ha sido desmontada y cambiada de ubicación.

A mayor abundamiento, se recuerda que el Hospital de la Beneficencia había sido fundado el 17 de marzo de 1887, época en que se estiman que fueron construidas las dos dependencias de nuestro interés. Uno de los traslados de ambos inmuebles habría tenido lugar poco después, al ser usados como cuarteles de artillería durante la Guerra Civil de 1891, por parte de las fuerzas leales al Gobierno de José Manuel Balmaceda. Sirvieron por entonces como otra de las trincheras de los beligerantes, hasta la derrota definitiva del balmacedismo en Iquique.

Terminada la guerra, la Capilla fue llevada (¿o devuelta?) hasta el sector donde estaba el edificio del Hospital San José u Hospital de Beneficencia. Administrado por las monjas francesas de San José de Cluny hasta el año 1930, éste complejo era de madera y con estilo claramente bajo influjo victoriano, aunque comparado con el anterior era realmente un centro lujoso y de punta. Luego, en 1936, se decide la modernización general del recinto y comienzan los trabajos de demolición parcial del anterior, a la par del levantamiento del nuevo y más moderno recinto de hormigón. La Capilla es conservada en el mismo lugar, cuando se inauguran las nuevas instalaciones hacia 1942.

Este edificio, conocido también como la Capilla de San Luis, es de pequeño tamaño, con una sola nave con ocho ventanas con arco, un tragaluz sobre la puerta de acceso, dos óculos frontales y una lucerna o linterna sobre el altar, casi encima del ábside, además de las mamparas de la misma entrada. Está construido en madera, con estilo neoclásico, marco de pórtico y frontón muy sencillos, más cierta influencia georgiana propia del material de su fábrica más que de alguna intencionalidad artística. Su techo a dos aguas se sostiene en vigas de madera con cubiertas de fierro galvanizado, mientras que el suelo es embaldosado y con baja escalinata en el altar.

Al interior del edificio se encuentran varias figuras devocionales, como la Virgen del Carmen, San Miguel Arcángel y San Judas Tadeo, además de cuadros fotográficos con retratos de San Alberto Hurtado y San Pío. Hay un antiguo órgano pequeño, un confesionario de madera labrada y dos hileras de bancas oratorias para los fieles formando un pasillo hacia el altar, con la figura de Nuestro Señor Jesucristo entre dos ángeles custodios. Al coro se asciende por una crujiente y añosa escala espiral, de madera y balaustras.

A pesar de la declaración de Monumento Histórico y de su reinauguración el 12 de mayo de 1993, la Capilla del Hospital se encontraba en opaco y poco auspicioso estado de conservación ya hacia el último cambio de siglo, razón por la que fue restaurada durante el año 2011 gracias a un plan de recuperación patrimonial implementado por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, luciendo con la pulcritud y esplendor que ahora se le puede admirar.

Dentro de la nave única, en uno de los muros, existe una placa de bronce de la Municipalidad de Iquique donde la administración del Alcalde Jorge Soria reconoce a la Capilla: "Por su trayectoria centenaria en la Comuna de Iquique", el 25 de noviembre de 2000. Y en el exterior, junto al acceso con arco y decoración de pilastras, se colocó otra placa con una inscripción donde se celebra la declaratoria de Monumento Histórico Nacional en 1982 y la restauración del año 2011. Afuera hay también una imagen escultórica de la Virgen con el Niño Jesús, sobre un pedestal, aunque la necesidad de cerrar el perímetro del sitio la dejó detrás de unas poco lucidas rejas, en años más recientes.

De entre los edificios de carácter religioso de toda la ciudad de Iquique, no cabe duda de que la Capilla del Hospital debe ser uno los más antiguos que se hallan aún en pie y con tantas estructuras originales.

LA GLORIETA

La Glorieta data de la misma época que la Capilla y también fue usada como parte de las instalaciones para el cuartel del aplastado bando balmacedista de la Guerra Civil de 1891. Se trata de una estructura de madera sobre un esqueleto o armazón metálico, con una planta octogonal muy característica y pintoresca. Por este último detalle, muchos se refirieron a esta garita como El Octógono.

Sin ser de grandes proporciones, sino más bien lo contrario, tiene una sencilla elegancia también con algo de neoclásico, que le da un aire de formalidad y funcionalidad especial a este inmueble. En su interior, se encuentra un tragaluz central con linterna también en geometría octogonal que ilumina diestramente toda la Glorieta, dando así un indicio de lo que parece haber sido su función en el pasado, como sala de procedimientos quirúrgicos y de sanación de pacientes. La gran cantidad de vanos (uno en cada cara, distribuidos en seis ventanas y dos puertas) sugiere también que esta sala tenía ciertas condiciones especiales de ventilación procuradas en su diseño. Se ha propuesto que pudo haber servido, además, para el tratamiento de enfermedades de contagio sexual, infecciosas o ulcerantes, a la vez que como pequeño quirófano y posible sala de curaciones.

Tras lo que parecía una acertadísima decisión, el 3 de octubre de 2007, el Director del hospital Dr. Manuel Fernández Ibacache, inauguró en esta Glorieta un pequeño pero interesante Museo de la Salud, de entrada gratuita y que atraía la atención de los curiosos, haciendo menos tediosa la espera de los pacientes que buscaban atención en el recinto. El museito se implementó con sus viejas máquinas y artefactos médicos, antiguos libros de registros manuscritos (con libros de parto de 1926), cuadros, fotografías y textos históricos que forman parte de la interesante colección institucional virtualmente rescatada del olvido por iniciativa de doña Juana Matcovich, responsable del patrimonio cultural del hospital, y de don Juan Álvarez Guzmán, encargado del mismo museo.

Por aquellos mismos días, sobre su acceso principal se instaló también una placa de madera con inscripciones donde se conmemoraba la declaratoria de Monumento Histórico Nacional de 1982, por la Unidad de Patrimonio Cultural de Salud del Hospital de Iquique. La Glorieta museo también fue parte de las reparaciones y mejoramientos ejecutados por el Ministerio de Obras Públicas entre septiembre y noviembre de 2011, para los cuales se ocuparon cerca de 27 millones de pesos. Mucho del instrumental antiguo en exposición, además, fue donado por el célebre Doctor Juan Francia hacia esos mismos días.

Sin embargo, en años recientes ha sucedido algo fuera de toda lógica y realmente descabellado: por algún incomprensible capricho que parece provenir de una autoridad vinculada al ministerio correspondiente, el Museo de la Salud permanece cerrado al público y, con ello, la Glorieta está siendo subutilizada, reducida sólo a una guardería para las colecciones de la Unidad de Patrimonio. Cientos de pacientes pasan diariamente por allí esperando un número de atención e inconcientes de que esta atractiva colección se encuentra allí escondida como el tesoro del pirata, neutralizando la posibilidad de hacer menos fatigante la espera y el aburrimiento del público con alguna visita guiada por el propio señor Álvarez, conocedor a cabalidad de cada objeto y reliquia en este lugar.

Tras alguna insistencia, el señor Álvarez, que trabaja en la sección de partes del hospital, me permitió entrar a la Glorieta y tomar estas imágenes del bello e histórico recinto (aparece él en una de ellas), que por ahora seguirá esperando su reencuentro con la dignidad que merece un Monumento Histórico Nacional más allá de la tozudez de alguna autoridad de salud que, probablemente, ni siquiera conozca los detalles relativos a este valioso inmueble.

(DOCUMENTO DE: www.urbatorium.blogspot.com de Cristian Salazar, 9 de abril de 2013)


UBICACION: calle Héroes de la Concepción 502, calle Thompson frente a calle Luis Cruz Martínez, Iquique.



























































(FOTOGRAFIAS DE 2014)


HISTORIA DEL HOSPITAL "DR. ERNESTO TORRES GALDAMES" DE IQUIQUE 

En el año 1918, había 150 empleados, entre ellos, 26 monjas, 10 médicos (tres internos y
siete externos), 9 pacientes, una matrona, un dentista y 14 enfermeros. En 1940 fue
demolido el antiguo Hospital de Beneficencia, dejando algunas construcciones, incluida la
Maternidad y la Capilla, para dar paso a un Hospital que prestó sus servicios a la
población entre 1942 y 1995, construcción hoy también desaparecida. En 1992 se coloca
la primera piedra del nuevo Hospital Dr. Ernesto Torres Galdames. Este Hospital lleva en
justicia el nombre de un médico que llegó a Iquique en 1917 y fue conocido como el
"médico de los pobres". Siendo diputado en 1932, impulsó la construcción del Hospital.
Fue Médico de la Municipalidad, Médico Sanitario, Legista, Médico de Bahía, Cirujano
Militar y de Carabineros, además de un intelectual de nota que se perfeccionó en el
extranjero y publicó importantes trabajos en su especialidad, la cirugía. También fue un
luchador social que tuvo la responsabilidad de representar a la provincia como diputado,
durante dos períodos. Fue Intendente de la Provincia y Gobernador de Pisagua.

HOSPITAL DE BENEFICENCIA

Durante la administración peruana se construye el primer Hospital de Beneficencia, al
inicio de la actual calle Amunátegui, por lo que desde sus orígenes la Salud Pública tuvo
ese carácter, situación que no cambió bajo la administración chilena, con posterioridad a
la Campaña del Pacífico. En 1918, ubicado ya el hospital en su actual emplazamiento
tenía 531 camas, de las cuales 335 estaban destinadas para la caridad, y solamente 14
eran de "primera clase". Este sentido social de la Salud Pública requirió de importantes
aportes del comercio e industria de la ciudad, así como subvenciones estatales y aportes
generados en funciones teatrales a beneficio del hospital. Recordemos que el
establecimiento recibía además a los enfermos y heridos de la pampa salitrera, puesto
que el Pequeño Hospital de Dolores era insuficiente y el esperado Hospital de Huara,
terminó convertido en un Cuartel Policial.

Para el censo de 1876, Iquique tenía 15.575 habitantes y distaba mucho del centenar de
personas registrado en 1713 por Amadeo Frézier y en 1765 por Antonio O'brien. Por lo
tanto, la provincia requirió de una mayor preocupación de parte de los Jefes Políticos,
primero de Intendentes después, para solucionar los problemas que una urbe en
crecimiento planteaba.

De este modo vemos como tempranamente, por medio de un Decreto Supremo del 31 de
diciembre de 1887, se reglamentan los Servicios de los Médicos de Ciudad. El 10 de
enero de 1889 se decreta la creación del Consejo de Higiene Pública. La Alcaldía de
Iquique, el 21 de febrero de 1895, establece un Reglamento para la Policía de Aseo, y el
25 de julio de 1904 se crea la Sección Desinfección y la Comisaría de Salubridad Pública.
Desde la clausura de los puertos por epidemia hasta el control de las “Casas de
Tolerancia” y de los alimentos, pasando por la reglamentación de las Boticas y Expendio
de Alcoholes, fueron todos problemas abordados por las autoridades de un Iquique que
se expandía.

El crecimiento de Iquique afectaron directamente al hospital, de hecho, con la Revolución
de 1891 surgieron tres nuevos hospitales, uno en el barrio El Morro, otro en la Escuela
Santa María y el tercero en una casa particular. Los problemas de salubridad en un puerto
de gran actividad, especialmente epidemias como viruela y peste bubónica, hicieron
emerger los Lazaretos. La población pobre obligó a construir un Dispensario Municipal de
Salud, y la población adinerada, pensionados particulares. En la primera década de este
siglo, se construyó la Capilla del actual Hospital, y posteriormente la Maternidad, que
hacia los años treinta todavía estaba inconclusa.

Poco más de un año después de iniciados los trabajos, el 19 de noviembre de 1993, se
entrega la primera etapa de la obra, consistente en tres pisos del edificio "B", con salas de
hospitalización de Neumotisiología, Medicina y Pensionado; las Areas de Movilización,
Bodegas, Lavandería, Vestuarios y Talleres del edificio "C", la Capilla y la Sala Cuna. Al
año siguiente, en noviembre de 1994, se termina el área de Anatomía Patológica en el
edificio "C", la remodelación de las áreas de Hospitalización y Atención Diurna de
Psiquiatría en el edificio "E".

Al mismo tiempo, se concreta la construcción de la Central de Alimentación y el Casino
del Personal en el edificio "I", junto con completarse la remodelación de las áreas de
Hospitalización de las especialidades de Traumatología, Neurocirugía y
Otorrinolaringología.

En el edificio "A", existente. Pero lo más significativo fue sin duda la entrega en esta etapa
del edificio "F", que contempla Urgencias, Pabellones de Parto, Unidad de Neonatología,
Residencia Médica, Esterilización, Pabellones Quirúrgicos, Unidad de Tratamiento
Intensivo, Unidad de Cuidados Intermedios, Unidad de Cuidado Preferencial Pediátrico y
Unidad de Diálisis. Culminando las etapas previstas, en diciembre de 1995 se entrega la
tercera etapa, que incluye Consultorio de Especialidades, Oficinas de Administración, de
Educación Permanente, Laboratorio y Consultas diferenciadas en los dos pisos del
edificio "G"; Banco de Sangre, Farmacia, Imagenología y Scanner en el edificio "H"; y
Terapia Ocupacional en el edificio "I".

HITOS DE LA SALUD PUBLICA DE IQUIQUE

No se puede dejar de recordar los hitos que han marcado la historia de la Salud Pública
de Iquique, recordar por ejemplo que el 26 de Julio de 1936, siendo Director del Hospital
el Dr. Germán Hoffman Ortega, se colocó la primera piedra del edificio blanco de 6 pisos,
mientras desaparecía otro trozo de la Historia: el antiguo Hospital de Beneficencia que
fuera fundado el 17 de marzo de 1887, a pocos años de la finalización de la Guerra del
Pacífico, estructurada entera de pino oregón que en un principio fue de un piso y luego se
le agregó el segundo. De esa época datan Monumentos Históricos Nacionales: La Capilla
del Hospital y el Octógono o Glorieta, reconocida su importancia histórica a través del
Decreto Supremo 771 Ministerio de Educación de 18.03.1982.

A contar de agosto de 1972, se colocó el nombre de su impulsor, Dr. Ernesto Torres
Galdames, quien como Diputado y Médico Director del Hospital abogó por su
construcción, que tiene como anécdota que era, en esos tiempos, el único edificio
moderno con ascensor en Iquique.

El 10 de enero de 1995, siendo Director del Hospital el Dr. Julio Brito Richards, se le dio el
ADIOS en una emotiva ceremonia, al edificio blanco, cuyos cimientos estaban corroídos.
Fue una ceremonia en la que simbólicamente se procedió a su derrumbe, agitando
pañuelos blancos y llevándose como recuerdo trozos del antiguo Hospital. Los
funcionarios jubilados y los antiguos funcionarios, rindieron su homenaje con poemas,
como es el caso de Vitalia Olmedo.

La primera piedra de este moderno Hospital, fue colocada durante el Gobierno del
Presidente Patricio Aylwin Azócar, el 13 de Noviembre de 1992, y asistió en su
representación el Ministro de Salud Dr. Julio Montt Momberg, siendo Director del Hospital
el Dr. Eduardo Olguín, Director del SSI el Dr. Ramsés Aguirre y SEREMI de Salud el Dr.
Antonio Marino M., finalizando así la primera etapa, el 19 de noviembre de 1993.

La segunda etapa finalizó el 25 de noviembre de 1994, siendo Director del Hospital el Dr.
Julio Brito R., Director del SSI, el Dr. Ramsés Aguirre M., y Ministro de Salud el Sr. Carlos
Massad. Cabe destacar que incansablemente desde la planificación de este moderno
Hospital, se contó en los aspectos técnicos con la valiosa colaboración primero, del Dr.
Pablo Cerda F., (QEPD), y con el Dr. Julio Brito Richards, quienes realizaban mesas de
trabajo con los arquitectos del Ministerio de Salud.

La tercera etapa finalizó el 18 de diciembre de 1995, con la alegría de sus funcionarios
por trabajar en un ambiente moderno, con nuevas tecnologías y equipamiento, cuyo
objetivo principal es la eficiente atención de los pacientes.

El Hospital de Iquique “Dr. Ernesto Torres Galdames”, es un Hospital Tipo 1, de mayor
complejidad y de mayor capacidad resolutiva, con dotación de 372 camas.








(DOCUMENTO SIN CORRECCION DE: Ministerio de Salud, Biblioteca “Dr. Bogoslav Juricic Turina”)