IGLESIA
CORAZÓN DE MARÍA
ANTOFAGASTA
Destruída por un incendio el 7 de diciembre de 1912
(reconstruída, actualmente se llama Basílica Inmaculado Corazón de María)
Basílica Inmaculado Corazón de María: Cronología de un hito de Antofagasta
(DOCUMENTO DE: www.diarioantofagasta.cl, 17 de Octubre del 2012)
Historia
Los primeros miembros dela Congregación de Misioneros Hijos de María llegaron a Antofagasta en 1903 estos se instalaron en una pequeña casa, con un templo sin terminar, ésta casa es hoy en día el Colegio Sagrado Corazón de María, comenzó a formarse está comunidad resultando en 1907 la creación dela Basílica, una construcción completamente de madera, tenía una sola torre y quedaba ubicada muy lejos de la población, ya que en ese entonces la ciudad era pequeña.
El 7 de diciembre de 1912 luego de un accidente ferroviario, la Basílica y la casa parroquial fueron destruidas por las llamas y convertidas en ceniza, y cual fénix con ayuda de los Hermanos Claretianos y la comunidad se llevo a cabo su reconstrucción el año
1913, la madera fue cambiada por cemento con un estilo gótico cautivador.
Según los registros que lograron rescatar Enersis empresa encargada en la actualidad de su iluminación, en diciembre de 1928 se consagra como obra arquitectónica, con 55 metros de largo y dos torres gemelas de 35 metros , posicionándola como un hito urbano de la ciudad.
En 1995 el fuerte terremoto que azotó la ciudad dañó la estructura de la virgen que protegida la ciudad y ésta fue remplazada por una de cobre nuevamente con ayuda de la comunidad. Pese a lo monumental de su estructura es en el 1999 cuando el papa Juan Pablo II le otorga el titulo de Basílica Menor al templo de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, con el nombre de Iglesia del Corazón de María.
Condiciones actuales
Actualmente la Basílica guarda toda la historia de Antofagasta en sus paredes, sirvió como refugio 1995 luego del aluvión que destruyo hogares por toda la ciudad. Su estructura se mantiene en pie, imponente y gloriosa.
Posee un estilo mixto, el bizantino y gótico, tiene una gran cúpula Peraltada octogonal, coronada por un cupulín y en la Cimala figura de la Virgen María. Una nave central y dos naves laterales con bóvedas en crucería, que sostienen un trifolio que a la vez posee Claristorio. Con Rosetones y un circulatorio en la parte de la girola, también le da una bienvenida a un coro y una capilla en la parte posterior.
Hoy en día, con reconstrucción la casa parroquial que finalizó el año pasado, la cual fue decorada con la imagen reconstruida de la primera virgen en su entrada y la reparación del muro trasero qué fue impactado por un camión el año 2011, la basílica se encuentra en perfectas condiciones y es en junio del presente año que su historia fue reconocida y plasmada en el libro “Antofagasta en símbolos” como patrimonio de nuestra ciudad.
Comunidad Claretiana de Antofagasta, Chile
(DOCUMENTO DE: www.claretianosdelsur.org)
La historia.
Antofagasta era apenas un pueblo de la pampa que por necesidad de supervivencia se levantó junto al mar, hacia 1870. Tierra que se fue poblando rápidamente de aventureros, buscadores de fortuna, mineros atraídos por el auge del salitre y del cobre, marineros errantes, comerciantes de baratijas, caravanas de mujeres compañeras de la noche y aliviadoras de los trabajos durísimos del obrero.
El obispo Luis Silva Lezaeta, lo dice así, en 1905: los habitantes de la Provincia de Antofagasta son “casi en su totalidad aventureros de todos los países del mundo”, que “afluyen a este desierto con el ánimo de hacer rápida fortuna…La condición especial de estos pueblos de aventureros y de mineros es la relajación de costumbres y el poco temor de Dios”.
Tierra propicia para la misión. Por eso llegaron los claretianos.
Presencia claretiana.
La oportunidad llegó en 1903. La ciudad tenía 20.000 habitantes, en la amplísima pampa, el desierto más desolado del planeta, surgían, se estremecían a dinamitazos y a ruidos de chancadoras, y morían, las llamadas “oficinas salitreras”. Eran pueblos enormes de 2, 5 y 8.000 obreros que vivían de condiciones durísimas mientras durara la riqueza efímera del caliche.
A esos hombres había que anunciar el evangelio de Jesús. Los misioneros enfrentaban circunstancias muy adversas: un territorio áspero y desolado, pobreza generalizada, ansias de dinero y apetitos de lujuria desbocada por la soltería obligada de los mineros alejados de sus familias por meses y años; también una injusticia social abultada (eran los años de la matanza en la escuela Santa María de Iquique). Había que soportar la insolencia de los potentados y la desconfianza del obrero.
Los claretianos llegaron a Antofagasta como los ayudantes propios del pastor en un Vicariato Apostólico que tenía, en 1903, solamente un templo, en la plaza principal, y cuatro curas, además del propio Vicario.
Por tres caminos los misioneros se supieron conquistar el corazón de los mineros y a todo el pueblo de la pampa: las misiones populares sacrificadas y constantes, la atención diaria y nocturna del enorme hospital al que llegaban todos los necesitados de salud y de misericordia, y la creación de la escuela nocturna para obreros y después diurna para los niños en la ciudad.
Poco después añadieron el notable Centro cultural Excelsior convertido después en teatro y cine. La parroquia fue creada como tal en 1928.
Los misioneros sirven la parroquia de la Inmaculada Concepción (de la que en esta centuria pudieron nacer otras dos parroquias “hijas”: la de Fátima y la de la Madre de Dios); llevan el prestigiado colegio Corazón de María, con 1.100 alumnos y alumnas; la basílica Corazón de María (que hace de templo parroquial) con su culto y sus actividades religiosas, sociales y juveniles; las tres poblaciones de los cerros que pertenecen a la parroquia, cada una de ellas con su sede propia.
(DOCUMENTO DE: www.diarioantofagasta.cl, 17 de Octubre del 2012)
Cuando los primeros miembros de la Congregación de Misioneros Hijos de María llegaron a Antofagasta en 1903, comenzó a formarse está comunidad dando como origen el año 1907 la creación de la Basílica, una construcción de madera que el año 1912 fue consumida por un fuego voraz, en su reconstrucción la madera fue cambiada por cemento con un estilo gótico cautivador, en 1995 un fuerte terremoto dañó la estructura de la virgen que protegida la ciudad y fue remplazada por una de cobre.
Historia
Los primeros miembros dela Congregación de Misioneros Hijos de María llegaron a Antofagasta en 1903 estos se instalaron en una pequeña casa, con un templo sin terminar, ésta casa es hoy en día el Colegio Sagrado Corazón de María, comenzó a formarse está comunidad resultando en 1907 la creación dela Basílica, una construcción completamente de madera, tenía una sola torre y quedaba ubicada muy lejos de la población, ya que en ese entonces la ciudad era pequeña.
El 7 de diciembre de 1912 luego de un accidente ferroviario, la Basílica y la casa parroquial fueron destruidas por las llamas y convertidas en ceniza, y cual fénix con ayuda de los Hermanos Claretianos y la comunidad se llevo a cabo su reconstrucción el año
1913, la madera fue cambiada por cemento con un estilo gótico cautivador.
Según los registros que lograron rescatar Enersis empresa encargada en la actualidad de su iluminación, en diciembre de 1928 se consagra como obra arquitectónica, con 55 metros de largo y dos torres gemelas de 35 metros , posicionándola como un hito urbano de la ciudad.
En 1995 el fuerte terremoto que azotó la ciudad dañó la estructura de la virgen que protegida la ciudad y ésta fue remplazada por una de cobre nuevamente con ayuda de la comunidad. Pese a lo monumental de su estructura es en el 1999 cuando el papa Juan Pablo II le otorga el titulo de Basílica Menor al templo de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, con el nombre de Iglesia del Corazón de María.
Condiciones actuales
Actualmente la Basílica guarda toda la historia de Antofagasta en sus paredes, sirvió como refugio 1995 luego del aluvión que destruyo hogares por toda la ciudad. Su estructura se mantiene en pie, imponente y gloriosa.
Posee un estilo mixto, el bizantino y gótico, tiene una gran cúpula Peraltada octogonal, coronada por un cupulín y en la Cimala figura de la Virgen María. Una nave central y dos naves laterales con bóvedas en crucería, que sostienen un trifolio que a la vez posee Claristorio. Con Rosetones y un circulatorio en la parte de la girola, también le da una bienvenida a un coro y una capilla en la parte posterior.
Hoy en día, con reconstrucción la casa parroquial que finalizó el año pasado, la cual fue decorada con la imagen reconstruida de la primera virgen en su entrada y la reparación del muro trasero qué fue impactado por un camión el año 2011, la basílica se encuentra en perfectas condiciones y es en junio del presente año que su historia fue reconocida y plasmada en el libro “Antofagasta en símbolos” como patrimonio de nuestra ciudad.
Comunidad Claretiana de Antofagasta, Chile
(DOCUMENTO DE: www.claretianosdelsur.org)
La historia.
Antofagasta era apenas un pueblo de la pampa que por necesidad de supervivencia se levantó junto al mar, hacia 1870. Tierra que se fue poblando rápidamente de aventureros, buscadores de fortuna, mineros atraídos por el auge del salitre y del cobre, marineros errantes, comerciantes de baratijas, caravanas de mujeres compañeras de la noche y aliviadoras de los trabajos durísimos del obrero.
El obispo Luis Silva Lezaeta, lo dice así, en 1905: los habitantes de la Provincia de Antofagasta son “casi en su totalidad aventureros de todos los países del mundo”, que “afluyen a este desierto con el ánimo de hacer rápida fortuna…La condición especial de estos pueblos de aventureros y de mineros es la relajación de costumbres y el poco temor de Dios”.
Tierra propicia para la misión. Por eso llegaron los claretianos.
Presencia claretiana.
La oportunidad llegó en 1903. La ciudad tenía 20.000 habitantes, en la amplísima pampa, el desierto más desolado del planeta, surgían, se estremecían a dinamitazos y a ruidos de chancadoras, y morían, las llamadas “oficinas salitreras”. Eran pueblos enormes de 2, 5 y 8.000 obreros que vivían de condiciones durísimas mientras durara la riqueza efímera del caliche.
A esos hombres había que anunciar el evangelio de Jesús. Los misioneros enfrentaban circunstancias muy adversas: un territorio áspero y desolado, pobreza generalizada, ansias de dinero y apetitos de lujuria desbocada por la soltería obligada de los mineros alejados de sus familias por meses y años; también una injusticia social abultada (eran los años de la matanza en la escuela Santa María de Iquique). Había que soportar la insolencia de los potentados y la desconfianza del obrero.
Los claretianos llegaron a Antofagasta como los ayudantes propios del pastor en un Vicariato Apostólico que tenía, en 1903, solamente un templo, en la plaza principal, y cuatro curas, además del propio Vicario.
Por tres caminos los misioneros se supieron conquistar el corazón de los mineros y a todo el pueblo de la pampa: las misiones populares sacrificadas y constantes, la atención diaria y nocturna del enorme hospital al que llegaban todos los necesitados de salud y de misericordia, y la creación de la escuela nocturna para obreros y después diurna para los niños en la ciudad.
Poco después añadieron el notable Centro cultural Excelsior convertido después en teatro y cine. La parroquia fue creada como tal en 1928.
Los misioneros sirven la parroquia de la Inmaculada Concepción (de la que en esta centuria pudieron nacer otras dos parroquias “hijas”: la de Fátima y la de la Madre de Dios); llevan el prestigiado colegio Corazón de María, con 1.100 alumnos y alumnas; la basílica Corazón de María (que hace de templo parroquial) con su culto y sus actividades religiosas, sociales y juveniles; las tres poblaciones de los cerros que pertenecen a la parroquia, cada una de ellas con su sede propia.