IGLESIA
SANTISIMO REDENTOR
HUARA
(Pampa del Tamarugal)
IGLESIA SANTISIMO REDENTOR - HUARA (Pampa del Tamarugal)
Huara se ubica en el sector norte de la Pampa del
Tamarugal, a 70 kms. al nororiente de Iquique y actualmente es punto de
tránsito obligado en la Ruta 5 Norte camino a Arica, a los poblados de la Quebrada
de Tarapacá, a la zona altiplánica de Colchane y a Bolivia.
El padre obispo Pedro Armengol Valenzuela definió la
palabra “guara” del quechua, que significa “chacotear entre muchos”. Sin
embargo, “huara” en aymará se traduce como “estrella”.
La zona de Huara fue importante centro durante la época
del salitre y también fue epicentro de muchos de los principales eventos de la
Campaña de Tarapacá durante la Guerra del Pacífico, como con las batallas de
Pampa Germania, Dolores y Tarapacá.
FORMACION DEL POBLADO
Huara se formó a partir de su estación del ferrocarril, como
una aldea en la época en que este territorio pertenecía a Perú, donde se
establecieron distintas actividades comerciales para servir a las empresas
salitreras que buscaban el caliche en la pampa, tranformándose en el poblado
más importante entre Negreiros por el norte y La Noria por el sur.
Aquí se construyó una iglesia que dependía de la
Parroquia de Negreiros (*1), cuyo sacerdote efectuaba visitas periódicas a las oficinas
salitreras y a los poblados de Dolores, Zapiga, Pisagua, Camiña, Mamiña, Pozo
Almonte y La Tirana; y los caseríos de la Quebrada Tarapacá (*2). Luego de la
Guerra del Pacífico pasó a territorio chileno, formando parte de la Provincia
de Tarapacá y en 1927 fue instituido como sede comunal.
El historiador Enrique Espinoza describe a la Provincia
de Tarapacá creada el 31 de octubre de 1884, con los departamentos de Tarapacá
y Pisagua, formados por los cantones salitreros, esto es, los pueblos y
campamentos mineros. El Cantón Huara lo constituían principalmente las
salitreras Tres Marías, Mercedes, Ramírez, Rosario de Huara, Santa Rosa y
Valparaíso. Hasta por 1897 Huara pertenecía a la jurisdicción de la Parroquia
San Guillermo de Negrerios.
De gran importancia en la zona era el ferrocarril, que
permitía el transporte del salitre al puerto de Iquique y los insumos
necesarios para éstas y los poblados de la pampa. La línea del ferrocarril
Iquique - Pozo Almonte - Peña Chica - Huara - Tres Marías - Pisagua fue
inaugurada el 1 de noviembre de 1860 por el Gobierno del Perú y luego de la
Guerra del Pacífico fue administrada por una empresa inglesa.
LA DOCTRINA Y LA VICARIA DE TARAPACA (*1)
Entre 1540 y 1606 la actual región Tarapacá - Arica fue
administrada por el Obispado del Cuzco, con la denominada Doctrina de Tarapacá.
A partir de 1607 éstas quedaron bajo el Obispado de Arequipa.
El puerto de Iquique se había transformado en Parroquia y
tras la Guerra del Pacífico, luego de construirse una nueva iglesia entre 1883
y 1885, la ciudad se transforma en sede de la Vicaría de Tarapacá dependiente
del Obispado de La Serena.
El primer Vicario de Iquique, monseñor Camilo Ortúzar
Montt (capellán de la Marina durante la Guerra del Pacífico), organizó el
sector costero con las parroquias de Pisagua e Iquique; y la pampa con las
parroquias de La Noria, Lagunas, Negreiros y Mamiña. En 1896 la Vicaría de
Iquique tenía diez parroquias y 358 capillas distribuidas entre los limites
norte y sur de la Pampa del Tamarugal y de mar a cordillera.
LA PARROQUIA DE HUARA Y LOS PADRES REDENTORISTAS
En 1908 a pedido del Vicario Apostólico, monseñor Martín
Rücker (luego primer obispo de la Diócesis de Chillán creada en 1925), llegaron
los padres redentoristas a Iquique, para hacerse cargo de la iglesia del Barrio
El Colorado del puerto y de la iglesia de Huara, cuando ésta estaba
administrada por el padre Justo Urrutia (*2).
“Al llegar los PP. Redentoristas a Huara en 1908, la
iglesia era una bodega de calaminas... Tenía una sola nave. El P. Luis Stüder
construyó las dos naves laterales y aumentó la iglesia de toda la parte donde
está el altar mayor. La cúpula y el altar mayor los construyeron el P. Agustín
ayudado por el Hno. Pío Neu. En la misma época se arregló más cómoda la casa
dándole una forma de convento... Pocos objetos de culto tenía la iglesia... un
ornamento de cada color, el altar donde está San Gerardo... De Manera que los
Padres tuvieron que amoblarla toda de su bolsillo y ayudados un poco por el
Gobierno... El viejo altar de San Gerardo fue reemplazado luego por el altar de
San Antonio”. (*2)
En 1909 el Vicario realiza la primera petición formal
para crear el Obispado de Tarapacá.
La iglesia de Huara actuaba como Viceparroquia y los
redentoristas efectuaban todo registro con el sello de la Parroquia de
Negreiros, hasta el 13 de enero de 1912, cuando el Vicario de Iquique, monseñor
José María Caro Rogríguez (primer Arzobispo de La Serena en 1925, Arzobispo de
Santiago en 1939 y nombrado Cardenal en 1946), la erigió como Parroquia. (*2)
Los padres redentoristas extendieron la fe cristiana en
toda la Pampa del Tamarugal y crearon una Escuela Parroquial en 1910, donde
asistían niños de Huara y de las salitreras cercanas. “La matrícula arrojaba siempre
unos 250 alumnos y 180 de asistencia media”. Esta escuela debió cerrar por
falta de subvención y por la dura actitud de Roberto Bonilla (*2), administrador
de un hotel en Huara y presidente de la Liga Patriótica, era un simple matón
que buscaba peleas con todo el mundo y que terminó muerto en Negreiros en 1924
(*3).
En 1922 llegan los redentoristas Luis Lorber, Luis
Stüder, José Spielman y Agustín Ostre; sin embargo, en septiembre éstos dejan
Huara y se trasladan a Bolivia. En agosto de ese año, efectuó una visita a
Iquique y Huara el Nuncio Apostólico de El Vaticano, monseñor Aloysio Masella. (*2)
LOS MISIONEROS FRANCISCANOS 1923 - 1970 (*2)
Entre septiembre de 1922 y marzo de 1923 la iglesia
estuvo a cargo del padre secular Hilario Velasco, tomando luego posesión los
padres franciscanos, a pedido de monseñor Caro.
El 16 de marzo de 1923 llegaron desde el Convento Franciscano
Belga de La Serena, los religiosos belgas padre Othon Robert y el hermano
Cirilo van Schependom; el día 21 de ese mes, llegó el padre holandés Alfonso
Boelen del convento de Iquique, siendo reemplazado luego por el padre holandés
Bienvenido Staal. Y en julio de ese año, el hermano Cirilo fue reemplazado por
el hermano Cándido Adriaesen.
Constituido de esta forma la comunidad franciscana en
Huara, el 24 de septiembre de 1923, El Vaticano autorizó la creación de la
Parroquia del Santísimo Redentor de Huara, bajo un acuerdo entre la Vicaría
Apostólica de Tarapacá y la Orden de Frailes Menores de San Francisco de Chile.
El 26 de junio de 1924 la Vicaría de Iquique y el Comisario
Provincial de los Frailes Menores Belgas en Chile, el padre Juan José Decock, nombraron
párroco de Huara al padre Bienvenido Staal. Este nombramiento permitió hacer
diversos arreglos en la iglesia, siendo benefactores de las obras, los conventos
franciscanos de Iquique y La Serena, el Centro Apostólico de Santiago, doña
Fornarina de Ducheylard desde Valparaíso, don Horacio Fernández, administrador
de las oficinas salitreras Constancia y Tes Marías; los padres Hilario
Delobelle y Juan José Decock y el padre Angelinus Hartmann desde Amberes,
Bélgica.
En 1924, el día 30 de marzo se bendicen las imágenes de
San Francisco y San Antonio compradas en Santiago; y el 1 de junio efectúa una
visita a Huara el vicario José María Caro, y además la Salitrera Constancia, donde
rehabilita la capilla para volver a realizar las misas y reabrir los cursos de
catecismo en la escuela.
En 1925 se logra instalar el nuevo altar de San Francisco,
que reemplazó al antiguo de San Gerardo, el que al padre Crisóstomo “le costó
muchas dificultades por la negligencia del obrero”, el carpintero Antonio Salas
de Iquique.
Entre el 16 de marzo y el 31 de diciembre de 1923 se
habían realizado 350 bautizos, 55 matrimonios y 3.883 comuniones; mientras que
entre el 1 de enero y 31 de diciembre de 1924 los registros indicaban 520
bautizos, 27 matrimonios y 5.442 comuniones.
En 1925, el día 5 de marzo llega desde Iquique el padre
Ceslas Pellegrims; a fines del mes de junio, el Vicario de Iquique nombra al
padre Ceslas como párroco de Pisagua; en julio, enviados por el Ministerio
Provincial Franciscano de Santiago, hacen una visita a Huara los padres Raimundo
Morales y Jerónimo Muñoz; el 29 de octubre llegan el padre Alfonso Boelen y el
hermano Vicente van Heireweghe, y el hermano Cándido se traslada a La Serena; y
el día 14 de diciembre monseñor Caro realiza una nueva visita a Huara.
El 24 de marzo de 1927 fallece el hermano Vicente van
Heireweghe, siendo sepultado en el cementerio de Huara. Entre el 5 a 12 de
junio de ese año, el nuevo Vicario de Tarapacá, monseñor Carlos Labbé, visita Huara,
Negreiros y las salitreras Rosario, Valparaíso, San Jorge, Mercedes, Josefina,
Agua Santa y Asturias. Al llegar en tren a Huara, la banda de músicos de la
Salitrera Valparaíso y cientos de personas cantando un himno triunfal
cristiano, junto a doce dinamitazos, le dieron la bienvenida. Luego en un
desfile hacia la iglesia, el Obispo caminó bajo el palio entre la formación de
las Hijas de María, las Socias del Sagrado Corazón, las Socias de la Súplica
del Perpetuo Socorro y todos los niños del pueblo. En Huara y Negreiros el
Obispo fundó la Asociación Juventud Católica Femenina. Durante esos días, se
reunió con los administradores de la oficinas salitreras cercanas y las
autoridades locales, viajó en auto hasta Negreiros para reunirse con el padre
Bienvenido Staal, participó en las misas y asistió a un almuerzo en el Hotel
Internacional de Huara con autoridades del pueblo y de las salitreras. Durante
este año también se efectuaron trabajos de remodelación en la iglesia y la casa
parroquial.
En junio de 1928 se menciona que la Escuela Parroquial
presenta deficiencias y que había intención de arrendarla al Ministerio de Instrucción
Pública para crear la Escuela Pública N.29.
La importancia que fue tomando el pueblo y el desarrollo
experimentado, permitió que el 30 de diciembre de 1927 fuera
creada la Comuna de Huara (*4).
El 20 de diciembre de 1929 fue aprobada la creación del
Obispado de Iquique por el Papa Pío XI, abarcando las provincias de Tarapacá y
Arica. Su primer Obispo fue monseñor Carlos Labbé Márquez (*1).
En 1930 las cifras del Censo Nacional indican que Huara contaba
con 2.161 habitantes. En 1932 en los registros parroquiales se comienza a notar
la crisis del salitre y la migración de trabajadores y sus familias, con lo que
se dificulta la atención del Cantón Salitrero Norte entre Pozo Almonte y
Pisagua.
El 9 de julio de 1934 fallece en Iquique el párroco de
Huara padre Nepomuceno Geleyn. En 1935 llegan a Iquique desde Holanda las padres
Leopoldo Ivens y Vidal Gadet, también regresa el padre Bienvenido Staal, quien resalta
su retorno a Chile al anotar en los registros, que es debido a “la escasez de
personal de nuestro Comisariato y, por otra parte, la falta absoluta de
simpatía para Chile de la Provincia...”
Entre el 2 y 11 de enero 1936 se efectuó en Huara un
Retiro de Ejercicios Espirituales dirigidos por el padre Gerardo del Convento
de Iquique; y entre el 17 y 19 de julio del mismo año en Huara, se efectúa el 3º
Congreso Eucarístico Diocesano. Para la realización de este Congreso
Eucarístico en el pueblo, se efectuaron colectas, rifas y bazares para
solventar los gastos y construir un Altar Monumental. Los franciscanos anotan
en sus registros que: “Habíamos esperado mucha ayuda... Sólo dos han ayudado
bien (Mapocho y Santa Rosa). Las oficinas Santiago y Ramírez no dieron nada, y
Rosario muy poco. Asistieron el obispo Labbé, Caro de La Serena y Cifuentes de
Antofagasta. La celebración con distintas manifestaciones fue magnífica... desfile
de antorchas y de faroles, a las 10 de la noche, resultó fantástico, muchísima
gente avivaban a cada rato a Jesús Sacramentado, a Cristo Rey. Después, la hora
santa predicada por el E. Sr. Caro, y a la media noche Misa con comunión para
hombres”.
El 11 de septiembre de 1936 falleció el hermano Rafael De
Craene, quien había recorrido la Parroquia de Huara y las salitreras salvando
almas, para que los obreros no se dedicaran al alcohol y asistieran a Misa los
domingos, atendiendo también a los niños para que aprendieran el catecismo y el
rezo.
El 15 de febrero de 1937 los padres Celesto y Bienvenido
responden al Obispo de Iquique la carta que éste les enviara el día 12, en la
que pedía a los franciscanos una mejor atención de las oficinas salitreras.
Aquí se produce un desencuentro con el Obispo, ya que los padres mantenían en
sus registros cada misión efectuada en la Pampa del Tamarugal, libros que cada
año, por lo demás, eran revisados por los comisarios enviados desde Iquique o
desde la Comunidad Franciscana de Santiago.
El 23 de febrero de 1937 el Obispo nombra como párroco de
Huara al padre Bienvenido, al padre Valeriano Joosen como párroco de los
pueblos Tarapacá y Sibaya, y al padre Alfonso Boelen, que en enero había
asumido como Superior del Convento de Iquique, párroco de la iglesia San
Antonio.
El 8 de marzo de 1937 se vuelven a iniciar las clases en
la Escuela Parroquial, ahora bautizada como San Francisco, a la vista que los
niños casi no asistían a la misa dominical. Se arreglaron la sala, las bancas,
escritorios y pizarrones; y se había pretendido contratar a dos señoritas para
la instrucción, que eran vecinas de Huara, pero ante diferencias personales,
sólo quedó una. También actuó como profesor el padre Bienvenido. A fines marzo
estaban matriculados 61 niños y a junio de 1940 habían tres señoritas como
profesoras.
Entre el 17 de noviembre y 2 de diciembre de 1938 efectuó
una Visita Canóniga a Huara, el padre Julián Lagos, ex Provincial Franciscano
de Argentina. En el registro parroquial está anotado: “¡Qué padre! ¡Que
franciscano más perfecto!... Estaba contento con nuestra manera de vivir y de
trabajar. Sin embargo, viendo tan poca asistencia a Misa, tan pocas comuniones,
hubiese querido que fuésemos más apóstoles. ¿Que habría dicho si hubiese
conocido nuestra actividad los primeros años de nuestra estadía en Huara? Desde
1923, fecha de nuestra llegada a este pueblo, éramos sólo dos sacerdotes y un
hermano lego”.
Vuelve a verse la infatigable tarea de los sacerdotes,
quienes no recibiendo la ayuda solicitada al Obispado de Iquique o a sus
propias comunidades, se ven en la necesidad de acomodar esfuerzos y horarios. En
Huara se pidió incluso un caballo, que fue negado por el Superior Franciscano,
so pretexto de que “el mantenimiento del animal nos costaría cada mes
centenares de pesos”. Y mientras el Obispo apelaba a un “servicio religioso en
todas las oficinas de su jurisdicción, exigiendo que un sacerdote fuera, a lo
menos cada 15 días, a cada una de las oficinas de cada parroquia respectiva...”,
los franciscanos indican en sus registros que “lo que cumplimos fielmente,
dando catecismo, pláticas, celebrando Misa, bautizando, casando y
sacramentando... en la Parroquia de Huara. En cuanto éramos 3 padres, hemos
también atendido el interior de Tarapacá y Sibaya..., Pisagua y Dolores...” Era
una labor que los propios padres debieron modificar y acomodar para atender a
Huara, viendo incluso que el obispo Labbé acostumbraba a cambiarlos y
redestinarlos a otras parroquias, con gastos económicos extras.
En enero de 1939 llegan nuevos padres y otros se van, se
construye una nueva sala en la escuela y se realiza un encuentro de las Socias
Jóvenes de la Acción Católica, que vuelven a reunirse en febrero.
Los registros anotan que entre junio de 1938 y junio de
1939 se efectuaron 459 bautizos, 87 matrimonios , 120 servicios de instrucción
y 74 sacramentaciones.
En enero de 1940 los franciscanos vuelven a tener un
desencuentro con el obispo Labbé, en cuanto al cobro de los servicios que se
prestan en las oficinas salitreras.
En 1940 el padre Félix Van de Cotte en la escuela construyó
un Taller Parroquial para señoritas, con madera donada por la Oficina Santa
Rosa, donde se enseñó a coser, zurcir y tejer. La misma salitrera ese año donó
la madera para construir el piso de la cocina parroquial.
El 3 de junio de 1940 llegó a Huara el Visitador Fiscal de
Escuelas, quien abusando de la nueva Ley de Educación Primaria, encontró serias
discrepancias con los padres franciscanos, quienes incluso debieron
posteriormente, asesorarse por los padres de Iquique y de Santiago. Entre otras
cosas, debido a que “el señor Norambuena se reunió en un salón con el Superior
de Huara, el director padre Sebastián Thys y las profesoras, para indicarles
que todos los crucifijos e imágenes de santos han de sacarse de las salas. Que
no se tolera en ninguna escuela, sea fiscal o particular, objetos de cualquier
culto, que la enseñanza ha de ser laica, que no se pueden dar más horas de
religión que las prescritas,... que no podemos hacer propaganda entre los
alumnos a favor de la religión... que los textos que tenemos los Hnos. de las
escuelas cristianas han de desterrarse y reemplazados por textos aprobados por
el Gobierno...” Los franciscanos de Santiago les indicaron que “tenemos la más
amplia libertad para colocar todas las imágenes religiosas” y que “no hay
obligación... de usar solamente textos aprobados por el Estado...”
Entre junio y julio de 1940 un temporal azota la Zona
Norte de Chile, produciendo intensas lluvias y trágicos aluviones en Tocopilla
y en sectores mineros. A fines de julio, un aguacero en Huara dañó la iglesia y
la casa parroquial.
Desde 1940 los padres franciscanos belgas en su duró trabajo
en la Pampa del Tamarugal y ante la guerra desatada en Europa, ven reducidos al
mínimo las ayudas recibidas desde Bélgica y también ven la negativa del Obispo al
momento de solicitarla por emergencia.
El 30 de diciembre de 1940 la Escuela Parroquial debe
cerrar por la falta de fondos y en diciembre de 1941 el Administrador de la
Diócesis de Iquique ordenó tomar las calaminas de un sector de la escuela para
llevarlas a esa ciudad y reparar con ellas una parte del Obispado. Un hecho que
recuerda a las maderas nativas extraídas de las reconstrucciones de las iglesias
de Chiloé nombradas Patrimonio de la Humanidad y que fueron llevadas a las bodegas
del Obispado de Ancud, suceso que conoció en terreno el 2014 el autor de
reseña.
En 1942, en el mes de enero, en Huara se realizan
Ejercicios Espirituales, se debe cerrar el Taller Parroquial que había dado
excelentes resultados y cuyas alumnas lograron instalar sus propios negocios de
costura o trabajar en sastrerías; y se fundó la Asociación de Mujeres
Católicas. En febrero de ese año, el padre Arnoldo fue trasladado a
Potrerillos, se construyó el Mausoleo Parroquial en el Cementerio de Huara, gracias
a un terreno donado por el Delegado Municipal, Eduardo Barrios; y efectúa una visita
al pueblo el nuevo Obispo de Iquique, monseñor Pedro Aguilera.
Entre abril y mayo de 1943, durante 10 días, el padre
Félix efectuó una importante misión en Camiña, pueblo que durante dos años no
había tenido una visita pastoral. Un mes después, este sacerdote es enviado
como Visitador General Franciscano a Bolivia.
El 27 de junio de 1943 la superioridad franciscana
declara al Convento de Huara como Hospicio de la jurisdicción de la Residencia
Franciscana de Iquique.
En 1943 el registro de la Parroquia Santísimo Redentor de
Huara anota 321 bautismos, 19 confirmaciones, 41 matrimonios, 51 sacramentaciones y 160
predicaciones.
El 7 de febrero de 1944 regresa a Huara el padre Félix y
el padre Bienvenido retorna a Iquique. Ese año se acordó también, que el padre
Próspero Deleu, párroco de La Compañía en La Serena, permaneciera en Iquique y
subiera a Huara cada vez que el padre Félix misionara en la pampa.
En enero de 1945 el padre Félix viajó en avión hasta
Copiapó para predicar en la fiesta de la Virgen de la Candelaria, mientras lo
reemplazaba el padre Próspero, quien debió atender al Delegado General de la
Provincia Franciscana para Latinoamérica. Ante ciertas deficiencias vistas por
este Padre Delegado, se cerró el Hospicio y sólo quedó la casa parroquial, contratándose
a la señora Humberta para atender a los padres.
El 5 de agosto de 1945 fue nombrado párroco de Huara el
padre Próspero, quien efectuó diversos arreglos en la casa parroquial.
A fines de junio de 1945 el hermano Pío Borgraef, que
había realizado una gran labor misionera en la pampa, es destinado a Copiapó.
En septiembre de 1945 el padre Próspero hace su profesión
de fe y jura como párroco, recibiendo ese mes la visita del Comisario
Franciscano, padre Polidoro Van Vlierberghe, que acompañado por el padre
Bienvenido, visitan además las salitreras Mapocho y La Santiago.
El 16 de diciembre de 1945 el obispo Pedro Aguilera
visita Huara, donde efectúa la confirmación a 15 niños de Huara; además, en la Oficina
Mapocho la entrega a otras 50 personas.
En junio de 1946 se efectúa en Huara una nueva Visita
Canóniga y en julio el padre Próspero viaja a Pisagua para participar en la fiesta
de San Pedro, donde durmió “durante tres días en compañía de chinches y pulgas,
y durante un mes quedó con la sangre envenenada”, según lo anota el registro
parroquial.
En 1946, sobre Huara, la Acción Católica en su libro
“Estado de la iglesia en Chile”, relata que “el padre que allí reside, atiende
el servicio religioso de las oficinas salitreras vecinas. Hasta 1945 un padre
visitó los abandonados pueblos del interior hasta la cordillera, con grandes
sacrificios. Por falta de personal han dejado este servicio”.
En 1947, en el mes de marzo, se efectuaron cambios en la
oficina parroquial y al interior de la iglesia, reubicando imágenes, comulgatorios,
la pila bautismal, etc.; en abril, el párroco asiste a la fiesta de la Virgen
de Lourdes en Zapiga y acuerda el arreglo de la capilla de la Oficina La Santiago;
en mayo, en Huara se produce una grave falta de harina y pan, debido a las
huelgas, y además hay corte de electricidad y falta agua, ante lo cual el
párroco debe solicitar ayuda a la Intendencia de Iquique; y en octubre, se bendice
la nueva capilla de la Oficina Salitrera Peña Chica.
En diciembre de 1946 en la Oficina Mapocho, luego de las
primeras comuniones y confirmaciones efectuadas, el administrador había cedido
un antiguo local de los bomberos al padre Próspero para construir ahí una
capilla. El 23 de marzo de 1947 el párroco de Huara celebró una misa muy
concurrida, en donde también leyó una carta del Episcopado Nacional sobre asuntos
sociales y obreros, a cerca de la amenaza del comunismo en Chile y de la necesidad
de concluir con la remodelación de la capilla. El 7 de junio visitó la
salitrera el obispo Aguilera, para inaugurar la nueva capilla, que fue
bautizada como San Antonio. Una banda de música, bailes religiosos con Los
Morenos y Los Pieles Rojas, una procesión y fuegos artificiales en la noche, fueron
los hitos más importantes de esta celebración. El día 15 de junio el Obispo
estuvo en la Salitrera La Santiago para efectuar la misa, las primeras comuniones
y las confirmaciones. Por motivos de las huelgas, desatinos y desinterés; la
capilla de Mapocho terminó llena de maderas, calaminas y otros materiales; ante
lo cual el párroco tuvo que batallar con su paciencia ante el administrador y
hacer oídos sordos a las crueles murmuraciones de los miembros del sindicato
dirigido por los comunistas. Se pretendía que las misas continuarán en la biblioteca,
en donde además se realizaban reuniones sociales y bailes, sin embargo, el 25
de diciembre con la celebración de la Misa de Pascua, las ceremonias religiosas
continuaron en la capilla.
En 1959 se crea la Prelatura de Arica, dejando a la
Diócesis de Tarapacá específicamente circunscrita a la Provincia de Iquique
(*1).
En 1970 la Comuna de Huara anexa el territorio de la Comuna
de Negreiros y en 1979 de la Comuna de Pisagua, dándose forma legal a la nueva
Comuna de Huara.
LOS TERREMOTOS DE 2005 Y 2014
El 13 de junio de 2005 un terremoto 7,8º en la Zona Norte
causó serios daños en la mayoría de las iglesias de la zona Arica - Parinacota
- Tarapacá, principalmente en los templos altiplánicos de muy antigua
construcción, los que ya se hallaban deteriorados por temporales y otros tantos
sismos. Entidades de la Iglesia Católica junto a organizaciones privadas y
empresas mineras, lograron restaurar estos monumentos históricos religiosos, lamentablemente,
el 1 de abril de 2014, otro terremoto, ahora de 8,2º, volvió a remecer con
violencia el mismo sector.
Con este último sismo, la Parroquia Santísimo Redentor de
Huara tuvo que lamentar severos daños en la mayoría de los templos de la
Quebrada de Tarapacá y en la propia iglesia del pueblo, que vio desplomado su
campanario y daños estructurales, que lograron ser reparados unos años después.
A una semana del terremoto del 1 de abril de 2014, los
habitantes de Huara recibieron una imagen de la Virgen del Rosario
donada por la familia Segovia Opazo de Andacollo, como muestra de apoyo de esa
comunidad a los hermanos que habían sufrido de este sismo.
FIESTAS RELIGIOSAS
Los franciscanos introdujeron a San Antonio (13 de junio)
y a la Virgen de Lourdes (11 de febrero), manteniéndose las celebraciones de
los padres redentoristas de Semana Santa con el Vía Crusis, la devoción a San
Francisco (4 de octubre), San Gerardo (16 de octubre), Cristo Rey (25 de
octubre) y el Mes de María (noviembre-diciembre).
La más importante de estas celebraciones es la Fiesta
Patronal de la Virgen del Socorro, que se realiza los días 22 al 24 de junio o
bien la 3º semana de este mes. El registro parroquial de Huara del día domingo
22 de junio de 1947, recuerda esta fiesta con la participación de los grupos de
bailes religiosos de las oficinas Santa Rosa, Mapoco y La Santiago, de las
socias de la Acción Católica de la Oficina Humberstone, con fuegos artificiales
la noche del sábado, la misa solemne a las 9.30 horas y en la tarde la
procesión en donde los hombres cargaron el anda de la Virgen por las calles del
pueblo hasta la iglesia, donde efectuó una misa el padre Manuel Henríquez de
Pozo Almonte. (*2)
La imágen de la Virgen del Socorro de Huara es un cuadro
enviado desde Italia en 1908 y que destinado al pueblo peruano de Huaraz, llegó
por casualidad a esta localidad chilena por un error en el despacho naviero.
Por otra parte, el historiador Oreste Plath describe la
fiesta de Santa Rosa de Lima que se efectúa en Huara el 30 agosto, como Fiesta
Patronal del pueblo, a la que concurren feligreses de los pueblos cercanos, de Perú
y Bolivia.
En el pueblo también se rinde homenaje al Santísimo
Redentor, como aniversario parroquial, efectuándose bailes religiosos y misas,
el primer fin de semana de agosto.
A 28 kms. de Huara, en el poblado de Tarapacá, entre el 8
y 11 de agosto se efectúa la fiesta de San Lorenzo, una de las celebraciones
más importantes del norte chileno.
MONUMENTOS HISTORICOS DE HUARA
Los Monumentos Históricos que Huara tiene en su pueblo, son
la antigua iglesia descrita, la estación del ferrocarril, también declarada
Monumento Nacional; y la Farmacia y Botica “Libertad” de calle Prat N.180,
cuyos muebles de pino oregón y envases de porcelana fueron traídos por el
italiano Francesco Bertini a fines del siglo 19 para la Salitrera de Negreiros.
FUENTES: “Vicariato Apostólico de Tarapacá” y “Parroquia
del Santísimo Redentor de Huara”, Obispado de Iquique, www.iglesiadeiquique.cl
(*1); “En la Parroquia de Huara, crónica de la presencia franciscana en las
salitreras 1923-1947”, padre Rigoberto Iturriaga C., Archivo Franciscano de
Santiago, 2006 (*2); “El Dios Cautivo, las ligas patrióticas en la chilenización
compulsiva de Tarapacá 1910-1922”, Sergio González Miranda, 2004 (*3); ”Estado
de la iglesia en Chile”, Acción Católica, 1946; “Jeografía descriptiva de
la República de Chile”, Enrique Espinoza, 1897; “Diccionario Jeográfico de
Chile”, Luis Riso Patrón, 1924; “Glosario etimológico”, padre obispo Pedro
Armengol Valenzuela,1919; "Folclor religioso chileno", Oreste Plath,
1996; Municipalidad de Huara, www.imhuara.cl (*4); “Iglesia dañada por el
terremoto recibe imagen de la Virgen de Andacollo”, 8 de abril de 2014,
Provincia Claretiana San José del Sur (Argentina, Chile),
www.claretianosdelsur.org; “Huarinos celebran este fin de semana fiesta
patronal de la Virgen del Perpetuo Socorro”, 21 junio de 2018, Edición Cero de
Iquique, Asesoría Comunicacional y Producciones Edición Cero Ltda.,
www.edicioncero.cl; “Huara celebra al Santísimo Redentor“, 2 de agosto de 2008,
Oscar Pardo Aedo, www.decuatroaseisdiario.wordpress.com; Referencias
sismológicas de Sismo 24, www.sismo24.cl; e “Iglesia Catedral Inmaculada
Concepción, Iquique” e “Iglesia Catedral San Bartolomé, Chillán”, en “Chile
Iglesias Católicas Antiguas”, de WFL, www.chile-iglesias-catolicas.blogspot.com
UBICACION: 70 kms. al nororiente de Iquique, junto a la
Ruta 5 Norte; 26 kms. al norte del desvío Iquique - Pozo Almonte; 80 kms. al
suroriente de Pisagua; 28 kms. al poniente de Tarapacá (Ruta 15 a Colchane y
Bolivia)
FOTOGRAFIAS DE WFL, 17 ENERO 2018
“En Huara este viernes 22, a las 19 horas, Celebración de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”,
Radio Dinámica Digital FM, www.dinamicadigital.cl
Huara, Alberto A. Espinoza, www.mapio.net
Guía TURISTEL 2004
Revista "Sucesos" de Valparaíso, sept. 1909
LOS PADRES REDENTORISTAS DE HUARA
Revista "Zig Zag" de Santiago, N.331, junio 1911
“Jeografía descriptiva de la República de Chile”, Enrique Espinoza, 1897