CHILE IGLESIAS

IGLESIA CONVENTO

SANTO DOMINGO

SANTUARIO VIRGEN DE POMPEYA

SANTIAGO

Templo Santo Domingo al centro

(Cuadro "Santiago, vista desde el Cerro Santa Lucía", Duval, 1856)

(DIBUJO DE: Recaredo Santos Tornero, 1872, Chile Ilustrado)

IGLESIA DE SANTO DOMINGO DE SANTIAGO

La orden religiosa de los dominicos es una de las primeras junto con la de los mercedarios en instalarse en el país en el siglo XVI.

En 1557 se entregan los sitios y solares a la orden de los dominicos para la construcción de una iglesia consagrada a Nuestra Señora del Rosario.

El primer templo es construido en cal y ladrillo por los arquitectos Juan de Lepe y Antón Mallorquín, que se derrumbó con el terremoto de 1595.

La construcción de la segunda iglesia de la Orden Dominica fue dirigida por el padre Martín de Salvatierra, utilizando ladrillos y madera, y edificándose un claustro de dos pisos, una obra típica colonial que destruyó el terremoto de 1647.

El tercer templo concluido en 1677 fue arrasado por el terremoto de 1730.

En 1747 se pone la primera piedra de una cuarta iglesia. La obra a cargo de Juan de los Santos Vasconcelos, maestro cantero portugués (*aparece como arquitecto en www.monumentos.cl), y canteros traídos de Portugal, y luego con el ingeniero militar Agustín Cavallero, es concluída parcialmente en 1781. Entre 1795 y 1796 el arquitecto Joaquín Toesca efectúa las terminaciones interiores.

En este templo se ocultó el coronel español Tomás de Figueroa durante el llamado Motín de Figueroa, el 1 de abril de 1811, quien se alzó en armas contra la primera elección de diputados tras la formación de la Primera Junta Nacional de Gobierno, siendo posteriormente capturado, juzgado y ejecutado.

La iglesia es de estilo neoclásico dórico con algunos elementos del barroco, con una planta basilical con dos torres macizas de baja altura, una amplia nave central y dos naves laterales separadas por arcos de medio punto.

La fecha de 1808 que se exhibe en la fachada del templo corresponde al año en que se inauguraron las torres construidas en ladrillo estucada a diferencia de los muros y pilares construidos en piedra canteada extraída del Cerro Blanco, antigua propiedad de Rodrigo de Quiroga e Inés de Suárez, que fuera donada a los dominicos en 1557.

Las estatuas ubicadas en hornacinas de la fachada a ambos costados de la puerta principal corresponden a San Pío V y Santa Teresa de Lima.

Luego de los incendios de 1895 y 1963 el templo fue reforzado y ha sufrido transformaciones respecto de su concepción original.

En el lapidario de la iglesia destacan las tumbas de la hija y del padre de José Tomás de Urmeneta(*), Carmen Urmeneta y Quiroga (hija de 12 años de edad, fallecida en 1848) y Tomás Ignacio de Urmeneta (padre, fallecido en 1819), trasladados en agosto de 1857 desde Coquimbo. José Tomás de Urmeneta fue agricultor y empresario de la industria textil y del azúcar, fue quien trajo el gas, el telégrafo y el eucaliptus a Chile, quien construyó el Canal Waddington en Limache, y fue dueño de las minas de cobre Tamaya y de la fundición de Guayacán.

La iglesia forma parte del convento de los Dominicos que todavía ocupa la casi totalidad de la manzana con sus tres claustros, donde el volumen de la iglesia domina el conjunto. Al exterior frente a la fachada principal se conserva la plazoleta con una fuente, donde hasta comienzos del siglo XX se conservaba aquella portada colonial de la que fuera la Posada de Santo Domingo.

El año 2000 se concluyó un mejoramiento completo de la iglesia y el 2004 se instala una iluminación exterior en el marco del proyecto “Iluminando iglesias del fin del Mundo” de ENERSIS.

Monumento Histórico D.S. 5058, 06-07-1951

(ADAPTACION DE: www.iglesiadesantiago.cl, Consejo de Monumentos Nacionales, www.monumentos.cl e “Historia de Chile”, Walterio Millar, 1972 (1997))

UBICACION: calle Santo Domingo esquina 21 de Mayo, al final de calle Estado.

* En agosto de 1996 el Archivo Histórico del Convento sufrió una grave inundación producto de los trabajos efectuados en la construcción de un centro comercial junto a éste. Los documentos consistentes en libros, actas, fotografías, etc., lograron en su mayoría ser restaurados. (Revista "Conserva" N.3, 1999, Centro Nacional de Conservación y Restauración)